jueves, 14 de marzo de 2013


Oír
Dña. Ester Bezerra

La audición es uno de los sentidos mas importantes del ser humano. Cuando el bebe nace, ese es el primer sentido a ser percibido por él.
Cuando él oye un ruido, enseguida se asusta. A pesar que todavía no saber hablar ni andar, él sabe oír.
Con su desenvolvimiento y madurez, enseguida aprende que debe de oír a los mas mayores.
Sus primeras reacciones son: el hambre, que puede ser de comida o del saber, y el oír, usando así su intelecto, su raciocinio, para formar sus elecciones.
Los padres, profesores y amigos  necesitan  prestar atención y consideración en sus enseñanzas por las personas de su alrededor. Porque en el mundo hay los que escuchan y desean acertar, ser bien sucedidos en todos los aspectos de su vida. Y hay los que no escuchan y no llevan en serio a los que tienen experiencia, ignorándolos, menospreciándoles, por eso se dan mal.
En muchas partes de la Biblia Dios habla: “ si escucharan…” “atentamente…”, “quien tiene oídos, oiga…”
Todos nosotros nacemos con ese órgano, el oído, porque entonces Él advierte “ Quien tiene oídos”.
Eso porque muchos oyen y no se importan, es decir, no aceptan las enseñanzas. No los cumplen, simplemente los ignoran, aunque sean de un familiar, amigo y principalmente , los de Dios, a quien se debe amor, que es su primer mandamiento, y consecuentemente temor y honra.
Por esas actitudes inconsecuentes de no oír a nadie, los males sabores son muchos, las decepciones, los dolores y los sufrimientos también. Después no  ayuda reclamar o arrepentirse, porque es cierto que va a recoger la desobediencia que plantó.
Por eso…
“ Todos aquellos , que oyen mis palabras y las practican será comparado a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca”
( Mateos 7.24 ).

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